jueves, 27 de septiembre de 2012

OTRA DE ALEMANES

La cosa va otra vez de teutones, para variar...!Dios!, debo de tener algún trauma oculto de esos freudianos que se adquieren en la niñez y que se manifiestan con toda su virulencia en la madurez, por alguna causa patológica de esas que se cuecen en los ignotos e intrincados procesos del pensamiento. A los alemanes, decía, los conozco tan bien, que casi podría diseccionarlos con éxito a cualquiera de ellos en cuestión de horas. Me refiro a su personalidad, claro está.Y es que los teutones son tan previsibles como el mismo devenir de los astros del firmamento. Casi me atreveria a evaluar sus comportamientos cotidianos, sin desviarrme un centímetro en cualquiera de las facetas que se estudien de sus vidas. Cerebrales hasta el aburrimiento, no dejan el menor resquicio para los sentimientos, que los consideran como una debilidad y tan persistentes en sus conceptos, que son como los motores diesel, no en vano los inventaron ellos...duran, duran, duran...se pasan tres pueblos y siguen, siguen, siguen...pero lo que más llama la atención son la serie de curiosidades con la que visten su simplona personalidad. La que más les define, sin duda, es esa supuesta superioridad racial, que lejos de ser un tópico, es una inmutable realidad, tanto hoy, como ayer, como siempre. En su estrecha cosmología, jamás admitirian que otro, que no sea alemán les supere. Estoy hablando a nivel individual, claro está...A nivel colectivo la cosa cambia...Si alguien les sobrepasa, que es casi siempre, no es nunca por la superiodidad del otro, del rival, del oponente, sino porque ellos no se han aplicado lo suficiente, que no han estado al loro, vamos. Son tan lentos de reflejos, que no se inmutan ante cualquier eventualidad por adversa que sea...!Keine reaktionen!...Eso si, al cabo de una semana, cuando ya ha pasado la premura y la cosa perdió emergencia, te vienen de sorpresa con la solución en las manos tras habérsela mascado durante dias...!A buenas horas, mangas verdes!... Tuve un socio alemán durante mas de diez años. La cosa duró hasta que él se dio cuenta, cosa rara, de su propia inferioridad. Si, tardó lo suyo, cierto es, pero otros pasan toda la vida, casi la mayoría y no se enteran. Desde entonces, tras ponerse en cuestión su dudoso liderazgo, se le hizo imposible soportar que un "inferior" ocupara el lugar, que por ley divina, solo a él le correspondía. Derecho natural que se dice...Diez años vivió el tio en ese estado de catalepsia inducida porque yo, un malvado especimen de la subespecie, le hizo creer sin pretenderlo, su propia quimera...Pero no fuí yo quien le despertó del idílico sueño, os lo aseguro, sino que fué el mismo obligado por la propia fuerza de los hechos. Cuando por fin "asumió" la cruda realidad, detectarla más bien, desplegó contra mi una estrategia beligerante milimétricamente diseñada, que en eso son unos genios, a fin de recuperar por la guerra lo que habia perdido en la paz. !Pero tio, oye, que te estoy viendo!...pués como si lloviera. Por más que le marcaba el terreno, le fijaba referencias, nada, que hasta lo tomaba por un sintoma de debilidad y seguian adelante con su plan...¿Que estás ciego?...Bueno, vale, como quieras...al final me lo cuentas...Les pasa siempre en todos los proyectos bélicos que inician, al principio arrasan...claro, que solo hasta que el oponente decide que hasta aquí hemos llegado. Luego, cuando la contra con toda su crudeza se les viene encima, como no la esperan, no saben como contrarrestarla, porque no tienen un puto plan B, ni siquiera de los que usa el Zapatero .!Tan seguros están de su victoria!. Y claro, inexorablemente les llega el palo y con él, la debacle y en el hundimiento mas lastimero. La similitud de mi guerra de lo acontecido en Stalingrado es asombrosa. Calcado se diría...Hoy, varios años después, el SS teutón, todavía se lame las heridas...¿Que donde he fallado?.. se pregunta todavía el muy capullo. Si no has fallado, imbécil, es que no llegabas... Sobre la idiosincracia de los alemanes os podría contar muchas cosas. Una vez, esperaba yo a mi tercera bruja en un bar mientra tomaba un cafe. Había subido al consulado aleman para que le extendieran el pasaporte a mi hija de tres años. Era española pero al nacer también la inscribimos en el consulado de Alemania como hija de alemana que era. Hasta aquí, todo razonable y lógico. Media hora después aparecia la madre con el documento en la mano. !Ya está!...Su alegria me contagió...hasta que leí el dichoso papel...!Oye!...!Que aquí hay un error!...!Mi apellido no figura!....!No, es que en Alemania si no estás casado, solo lleva el apellido de la madre!...¿Como?...!Trae para acá!.... Subí al consulado y me atendió una funcionaria que, aunque hablaba perfecto español, no habia perdido el acento original del pais que procedía...así como mi mujer más o menos...!Oiga!...!Que se os ha olvidado ponerle mi apellido a la niña! !Que es hija mia!...Se inició una discusión que fué subiendo de tono. En pleno fragor dialéctico apareció el consul, que cargado con toda su autoridad y desempeño diplomático trató de explicarme que la incidencia tenia un origen normativo que traspasaba las funciones de un modesto consulado...!En Alemania la niña se llama Stox!...terció la funcionaria en algún momento, con un tono imperativo que me molestó en lo más íntimo...!Miren!...!Mi hija se llama como yo, en España, en Alemania y en Pekin!...Como insistiera, sin más preambulo, rompí en el pasaporte en dos y se los lancé a la cara...Fué un puro acto reflejo...!Jamás se cometiera tamaña afrenta!..!Huber alles Deuchland!...Quedaron enmudecidos y perplejos, no tanto por mi beligerancia, sino por lo insólito del lance..parecía que.los cimientos mismos de toda la nación alemana habian sido sido sacudidos. A un desprecio de esa magnitud no estaban acostumbrados, les sobrepasaba...La funcionaria se agacho y recogió con sumo mimo y celo el documento por mi despreciado, como sin con ello pretendiera recomponer el alma herida de toda la nación alemana... Salí de allí con el disgusto posterior de mi mujer que me tachó de bárbaro. Lo más curioso es que dos años después, mi mujer volviera a que le facilitaran otro pasaporte. Le dieron el mismo que yo rompiera. Lo habian guardado desde entonces. Mi hija mayor, que trabajó durante un tiempo en la compañía alemana de aviación LTU como auxiliar de vuelo, azafata que se dice y que estaba basada en Colonia, me decía...Papá, los alemanes no son la raza superior que ellos creen, sino una raza aparte...!Si lo sabria ella!... Publicado por charneguet en 05:49

jueves, 6 de septiembre de 2012

EL FARSANTE

Acabo de leer "Farsantes de blog", un post firmado por Tellagorri, que por su interés pedagógico, me he atrevido a reproducirlo. Cierto que no era esa su intencionalidad; quiero decir, la sana pedagogia de prevenir a las mentes cortas sobre el abuso de los largos, sino cubrirse las espaldas frente a los bochornosos renuncios de tahur de baja estofa que le dejo en paños menores..Porque eso son los "copia y pega" del alferez Pegagorri: Renuncios. Luego, pillado in fraganti, habia que salvar la "honra" y librarse del engorro, dando la vuelta al calcetín.. !Los tramposos son los otros!  Y que mejor forma, que sembrar la bazofia propia en los huertos ajenos..Pero habia que hacerlo con maestria, sin que se notara. !Y joder si lo consiguió!..ni uno solo de sus lectores habituales se enteró de la clavada. Cumplieron perfectamente con el papel asignado a los tontos "incautos"  frente al Farsante, o sea, el mismo, como bien lo relata en el post. 
Un post soberbio, si señor . Y esta vez, nada de copia y pega, sino descarnadamente original...!Para que se entere el Capitán con quien se juega los cuartos! ..Lo malo es  que, a su vez, en su afan foribundo de escaquearse del marrón, le traicionara el insconsciente y tambien quedara en el post impreso su retrato !Y de que manera!..Porque  nadie como un farsante, puede describir con tanta fidelidad la propia farsa.  Cuenta así:


Don Pío Baroja utilizaba con frecuencia la palabra "farsante" para referirse a gentes que simulaban su auténtica naturaleza o modo de ser, y donde más abundaban y abundan es en la Política. Es palabra que viene a significar "el que se hace pasar por lo que no es" y cuyos sinónimos son "embaucador, engañador, fingidor, impostor, simulador, embustero, mentiroso, tramposo. En francés les llaman " comédien".".

Baroja era una especie de banderín de enganche de una rebelión contra la mugre de una época. Y ese prestigio dura hasta ahora mismo. Uno de sus personajes en "La Ciudad de la Niebla" dice : "Delante de ti tienes dos soluciones: una la vida independiente; otra la sumisi6n. Vivir libre o tomar un amo; no hay otro camino".

Farsantes hay de todo tipo, podríamos englobarlos en demasiadas clases: según el tipo de farsa que perpetúan, según el objetivo que les mueve. SegúnJohnny Boy se establecen únicamente tres categorías: el aprendiz de farsante, el farsante y el perfecto farsante. Porque todo farsante se ve envuelto en una espiral de farsas alrededor de la cual gira su vida, y ello envuelve un autoaprendizaje forzoso por llegar a ser un perfecto farsante.

No todos llegarán a ser farsantes perfectos, muchos quedarán por el camino. Que lo consigan dependerá de sus propias condiciones para soltar argucias y de las situaciones a las que la vida los someta.  La existencia de todo farsante esta sustentada en los incautos. Es más, el éxito total o parcial de un farsante depende de ellos (de cuantos más incautos esté rodeado el farsante mejor).

Un incauto es un ser que se encuentra por doquier y es fácilmente distinguible. Entre sus singularidades se encuentra el ser servicial, amable y sobre todo, un poco ignorante. La relación del perfecto farsante con el incauto encierra un círculo vicioso, los dos dependen directamente del otro.

Esto encierra una gran paradoja, el perfecto farsante no lo es por ser más visceral y minucioso que los demás perpetuadores de farsas, sino todo lo contrario, por no necesitar de grandes planes.

Conclusión: cuando más descarado y detectable es un farsante, más efectivo. Porque aunque podrá ser detectado con mayor facilidad, su falta de vergüenza (o dignidad, decidan vuesas mercedes) les permitirá calar mejor dentro de su objetivo, los incautos, y obtener de ellos lo que quieran.

Por ello, el perfecto farsante es desvergonzado, altanero, rufián, trepa y cuantos más adjetivos descalificativos se le puedan ocurrir a uno.

Al incauto de libro puede parecerle maravilloso todo  cuanto rodea a un perfecto farsante, pero nada más lejos de la realidad. Viven, los farsantes, en una perfecta contradicción: de tan pendientes de si mismos y sus objetivos, acaban dependiendo totalmente de los demás, de los incautos.